viernes, 17 de octubre de 2014

La necesidad de explicar lo que está claro

Carta dirigida a la Secretaria de Educación en el Estado de Nuevo León, Lic. Juana Aurora Cavazos (Ahí nomás pa' ver de qué color pinta el colora'o).
 
Respetada Secretaria:
Es un placer darme la oportunidad de ponerme en contacto con usted. De hecho, me permito anunciarle que este es, como reza la frase final de "Casablanca", el inicio de una larga amistad.
Me mueve a ponerme en contacto con Ud. la inquietud, pues me he encontrado con preocupantes indicios de que en su gestión se promueve, de una forma violenta y agresiva, la intolerancia hacia la libre expresión de ideas.
Le cuento.
Yo soy docente formador de docentes desde hace un poco más de 20 años, en la especialidad de Español de la ENS. Recientemente he tenido la oportunidad de fungir como tutor de normalistas en la secundaria en que doy clases de español. En la confianza que proporciona la cercanía y la historia personal (mis tutorados fueron mis alumnos en la carrera), los chicos a los que tutoro se acercaron a mí para expresarme su deseo de expresarse públicamente a favor de sus compañeros normalistas de Ayotzinapa.
No soy ningún irresponsable, ni me gusta promover rencores ajenos, así que les dije que manifestarse es su derecho, consagrado en nuestra Constitución, pero que no tenían ningún derecho a insultar o criminalizar a nadie (o sea que no pueden culpar al gobierno de la desaparición de los normalistas sin tener pruebas), ni a afectar a otras personas, realizando actos como el bloqueo de calles.
Los muchachos en cuestión son bastante inteligentes. Realizaron su acto de manifestación de la siguiente forma: escribieron carteles donde invitaban a la gente a informarse sobre el caso "Ayotzinapa" y a ser empáticos con los que están sufriendo, y se plantaron en la calle frente a la escuela, aprovechando los rojos del semáforo para paseárse entre los autos mostrando sus carteles.
El día de hoy me entero de que "gente de arriba" se ha molestado por este acto de libre expresión de las ideas. Analizando el nivel de quién amablemente intercedió para evitar el acto represivo del de "más arriba", me queda claro que dicha molestia sólo pudo gestarse en su oficina o en una de sus dependencias más cercanas.

Me permito expresarle mi preocupación, así como mi disposición para explicarle toda la situación; los alumnos manifestantes fueron responsables y respetuosos, y en ningún momento asumieron una posición que pueda ser interpretada como agresiva o irrespetuosa hacia las instituciones.

Con gusto explicaré esto detalladamente a quién usted determine competente, pues no me gustaría que la carrera de unos alumnos tan competentes y conscientes de su papel social se pusiera en riesgo por una mala interpretación; pues me da la impresión, por las advertencias que han recibido, de que el acto de mis alumnos no ha sido interpretado de manera adecuada.

Sin otro particular, me es grato suscribirme como el más entregado de sus servidores.

F. Arellano.