martes, 22 de septiembre de 2015

Cómo redactar un párrafo explicativo

Los párrafos son unidades conceptuales convertidas en bloques discursivos: es decir que cada párrafo es un paquete de información que se debe interpretar como una idea; cuando una idea es muy compleja, se puede desarrollar de manera fragmentaria en varios párrafos.

Los párrafos de un texto pueden cumplir con diferentes funciones, independientemente del tipo de texto del que forman parte: los hay para explicar, narrar, opinar, valorar, describir, sustentar, razonar, ejemplificar, digredir, etcétera, y dicha función tiene fuertes implicaciones en la forma en que se debe redactar cada párrafo.

Para fines didácticos, conviene apegarse a una regla muy simple: un párrafo está compuesto por una oración principal, y una o más oraciones complementarias; igual, por razones didácticas, procuramos mantener la oración principal al principio de los párrafos.

Tomemos el caso de los párrafos de un texto expositivo (monografía, artículo, biografía, reporte).

Los párrafos de los textos expositivos se construyen a partir de oraciones que reciben el nombre de oración temática, por ser la expresión de una idea relacionada con el tema del texto.  Son frases que afirman una idea, un hecho o una relación; por ejemplo:

El uso de la tecnología ha impactado fuertemente en las relaciones humanas.
El español se derivó del latín que hablaban los soldados romanos en época del Imperio.
Los delfines son capaces de nadar a gran velocidad.
En época de frío se incrementa el número de casos de enfermedades respiratorias.

Teniendo una oración temática, el tipo de párrafo dependerá del tipo de información que se agregue. La información que complementa a la oración temática puede provenir de diferentes fuentes:


  • Información obtenida en fuentes documentales, la cual se puede citar textualmente, o bien presentarse en resumen o a manera de paráfrasis. En cualquiera de los casos, es importante que se ofrezca referencia del origen de la información en el cuerpo del texto, al margen de la posibilidad de presentar al final del escrito una lista de fuentes empleadas. No hay que confundir la honesta necesidad de reconocer al autor de las ideas que utilizamos, con el obsesivo requerimiento de utilizar un formato específico para referir fuentes (llámese APA,  MLA o ISO): son dos cosas distintas.
  • ·Experiencias personales, en cuyo caso es importante señalar que tal es el origen de lo que se informa, por medio de expresiones como “en lo personal, yo viví…”, “en x ocasión, tuve la oportunidad de observar que…”, “a lo largo de mi experiencia personal he observado que…”
  • Dichos o declaraciones de personas que han hablado sobre el tema, los cuales deben ser lo más fieles posible a las expresiones originales (de preferencia como citas textuales) e ir contextualizadas (cuándo, dónde o por qué lo dijo): “de acuerdo a lo que ha expuesto Carlos Lomas en su conferencia Literatura y sexismo, en el reciente Coloquio sobre enseñanza de la lengua…”, “como solía decir el maestro Ismael Vidales cuando nos dictó la clase de Filosofía de la Educación, allá por los años 90…"
  • Narraciones ejemplificadoras o anecdóticas en relación con la idea que se expone. Suele tratarse de pequeños episodios ya documentados de experiencias vividas por personajes históricos o relevantes para la cultura contemporánea: “Se cuenta que en una ocasión, estando tal personaje en tal situación…”
  • Explicaciones que despliegan el sentido de la idea, ya sea por revisión de los conceptos que la componen o por descripción de las relaciones que se establecen entre tales conceptos. Se puede recurrir a reformulaciones, ejemplificaciones, metáforas, analogías o imágenes (imagínate que…); todas ellas surgidas de la experiencia de quien redacta.

Los siguientes ejemplos mantienen la esencia explicativa, pero se enfocan en diferentes aspectos:

Los delfines son capaces de nadar a gran velocidad; aunque los científicos que los han estudiado no pueden explicar a satisfacción por qué pueden alcanzar velocidades que parecen superiores a la energía que utilizan al nadar. Al respecto, un estudio realizado por Frank Fish de la Universidad West Chester de Pennsylvania, referido en el sitio web de la revista Muy interesante, ha encontrado que esto es posible gracias a su fuerte cola, que les proporciona el empuje necesario para moverse con la rapidez que los caracteriza.

Los delfines son capaces de nadar a gran velocidad. A diferencia de otros mamíferos, la parte trasera de la anatomía de un delfín es mucho más desarrollada que su musculatura frontal, las aletas son sólo para dirigir, mientras que la cola proporciona la mayor parte de la fuerza del movimiento. También han desarrollado aletas horizontales en la cola, para hacer una propulsión más eficiente, y una aleta dorsal al igual que los peces. Las partes externas que afectan la forma aerodinámica de un delfín, como los genitales o las orejas, se han perdido por completo, convirtiéndose en órganos internos. (Con información de delfinpedia.com)

Los delfines son capaces de nadar a gran velocidad, y les gusta hacerlo cerca de las personas; de acuerdo con una nota del Clarin.com, fechada el 10 de agosto de 2015, unos pescadores reportan una experiencia sorprendente cuando una manada de delfines los acompañó en medio del mar. Se reporta lo siguiente: “Sorprendidos por la visita inesperada, los pescadores comenzaron a sacar sus celulares para filmar y tomar fotos del espectáculo natural. Los delfines parecían que bailaban al compás de la embarcación durante varios kilómetros”.

Los principales recursos del lenguaje a los que tiene que echar mano el usuario, al momento de unir sus oraciones temáticas con la información complementaria son los siguientes:

·         Concordancia gramatical. Cuidar que haya concordancia entre el género y número del sujeto de nuestra oración temática con los adjetivos y pronombres, o con persona y número en el caso de los verbos, presentes en la información que se agrega.
*“Los delfines son capaces de nadar a gran velocidad; aunque los científicos que lo han estudiado no pueden explicar a satisfacción por qué puede alcanzar velocidades que parecen superiores a la energía que utiliza al nadar”

·         Uso de nexos. Las palabras, frases y expresiones que se usan para conectar, también resultan invaluables al momento de organizar la información:
   Las conjunciones son palabras o frases (locuciones conjuntivas) que se usan para enlazar palabras o frases, y agregan, además, algún tipo de relación lógica-significativa entre los elementos enlazados; pueden ser coordinantes (y, ni, o, pero, es decir) o subordinantes (que, donde, hasta que, cuando, ya que, conque, etc.).
   Adverbios y frases adverbiales en función de nexo. Al marcar relaciones temporales, espaciales o secuenciales entre acciones, pueden funcionar también como enlace entre frases, oraciones, e incluso entre párrafos de un texto: luego, posteriormente, antes, después, al día siguiente, ahí mismo, no sin antes, de ninguna manera, etc.


Descontando que hay otros pasos importantes en el proceso de escritura, tanto antes como después de escribir los párrafos, la habilidad para generar estos constituye un cimiento básico para la creación de textos.

viernes, 4 de septiembre de 2015

De cocos

Creo que alguien te está asustando indebidamente con ese asunto de la evaluación y el servicio profesional docente; y me parece que está logrando su cometido, pues te veo mucho más angustiado de lo que corresponde. 

Es cierto: si repruebas tres veces la evaluación en sus cuatro fases, te van a reasignar a otra tarea que no sea la docencia, y creo que esos sería lo mejor para ti y para tus alumnos; pero también creo que ese es un escenario improbable, pues sé que cursaste y concluiste exitosamente una carrera profesional que te habilitó para hacer tu trabajo, aunque (y en eso tienes que asumir cierta responsabilidad) no negarás que tienes una fuerte resistencia a continuar leyendo y formándote por tu propia cuenta. Aún así, has demostrado con anterioridad que eres capaz de aprender y de corregir tus errores; de modo que, asumiendo sin conceder que reprobaras la primera oportunidad, me parece muy improbable que repruebes la segunda vez.

Claro que hay personas que están muy preocupadas: las que nunca tuvieron que demostrar su capacidad porque se valieron de medios ilegítimos para obtener la plaza o el puesto que, por derecho, correspondía a una persona mejor habilitada. O quienes una vez que terminaron su formación inicial como docentes se olvidaron para siempre, no sólo de los textos teóricos, sino de los mismos materiales oficiales de su trabajo, como plan, programas y libros de texto; esos sí que sienten que un sudor frío corre por sus espaldas cuando se les menciona que serán evaluados en su práctica y sus conocimientos.

Imagínate esas personas, autodenominadas docentes, que en una larga trayectoria laboral apenas han dedicado unas cuantas horas para estar en un grupo, y mucho menos tiempo a preparar una clase; ¿en qué crees que piensen cuando les dicen que serán evaluados para determinar su permanencia en el trabajo que deberían estar ejerciendo desde el inicio de su relación laboral? 

¿O el que compró su título?

¿O el que siempre le ha pagado a alguien más (una porción del salario que corresponde) por dar sus clases?

¿O el que no sabe enseñar y nunca se ha preocupado por aprender?

Porque yo tuve de esos como alumnos. Muchachos que nunca entraron a clases y se dedicaron a armar grupos de fuerza que luego usaron para negociar (y obtener) acreditaciones y plazas laborales. El patrón de actuación posterior siempre fue: "te presentas en la escuela, vas seis meses para que sea legal la plaza, y luego te vienes para acá y te conseguimos la comisión". Así llegaron a acumular una cantidad irracional e ilegal de plazas, horas y puestos. Cierto que esa condición ha ido disminuyendo en tiempos recientes, pero no es cierto que haya desaparecido. [Por cierto, y eso que quede entre tú y yo, radiopasillo anuncia que con la llegada del Bronco, ya se están acomodando muchos de los desplazados del SNTE y de la SE -precisamente por esas prácticas que te menciono- para retomar el control que perdieron en las tres administraciones pasadas. No me creas: eso dicen.]

Volviendo a los cocos que te atormentan. Es cierto, también, que si faltas injustificadamente tres días a tu trabajo, te pueden correr sin tocar baranda. Suena muy feo. Suena agresivo. La verdad es que faltar injustificadamente se ha convertido en una práctica consuetudinaria entre los docentes que laboran en educación pública, llegados al punto en que se asume como derecho de trabajador. Nada más lejos de la verdad: faltar injustificadamente tres ocasiones consecutivas ya era motivo de "Acta de abandono", solo que antes, quien se hacía acreedor de ella podía recurrir a un sinfín de instancias y triqiñuelas para lograr un arreglo; esas prácticas son las que se tienen que terminar.

Porque, seamos honestos, ¿qué tan difícil es justificar una inasistencia cuando esta ocurre por auténticas causas de fuerza mayor? Por otro lado no se ha tocado el derecho a tres permisos económicos de tres días por año, que se pueden usar perfectamente para dedicar esos días a asuntos personales de los que no queremos rendir cuentas a nadie. A mí me encantaría que se pudieran pedir de uno en uno, en vez de tener que hacerlo de tres en tres, pero la posibilidad ahí está. Dice la mamá maestra: "Es que mi niño va a salir en la asamblea, y no es justo que me lo pierda por estar trabajando"; ese no es un argumento válido: miles, millones de mujeres trabajadoras que son madres se pierden habitualmente a sus hijos actuando en las asambleas. Por mencionar un ejemplo.

Déjame decirte que se ha construido un edificio de falacias, respaldadas por la ignorancia de personas que antes de leer los documentos oficiales, entenderlos, discutirlos y sopesar sus alcances, se enganchan con cualquier interpretación simplona y tremendista de la ley en forma de meme o video de tono tronante y contestatario. Porque eso sí: somos proclives a asumirnos víctimas indefensas de los poderes fácticos que se han aliado con las perversas fuerzas trasnacionales para someternos a la pobreza, la ignominia social y la ignorancia.

Y es posible (es decir que no es imposible) que todo lo que está ocurriendo con los gremios y con  los diferentes sectores del servicio público en nuestro país forme parte de un elaborado y perverso plan previsto minuciosamente en los Protocolos de los sabios de Sion, que ha sido milimétricamente ejecutado por una cohorte de illuminati que dominan todas las esferas del poder a nivel internacional. O mejor aún, es posible que, en caso de existir, una raza de reptilianos se ha infiltrado entre los líderes del país para joder al pueblo que, una vez sometido y sin voluntad, será confinado en granjas en las que serán convertidos en alimento para los reptilianitos y sus mascotas.

Pero lo más probable es que se trate de la lógica transformación de las estructuras y prácticas tradicionales para adaptarse a las dinámicas vigentes, más competitivas y agresivas, en nuestra sociedad.

Y lo que falta.