Los párrafos son unidades conceptuales convertidas en bloques
discursivos: es decir que cada párrafo es un paquete de información que se debe
interpretar como una idea; cuando una idea es muy compleja, se puede desarrollar
de manera fragmentaria en varios párrafos.
Los párrafos de un texto pueden cumplir con diferentes
funciones, independientemente del tipo de texto del que forman parte: los hay
para explicar, narrar, opinar, valorar, describir, sustentar, razonar,
ejemplificar, digredir, etcétera, y dicha función tiene fuertes implicaciones
en la forma en que se debe redactar cada párrafo.
Para fines didácticos, conviene apegarse a una regla muy
simple: un párrafo está compuesto por una oración principal, y una o más
oraciones complementarias; igual, por razones didácticas, procuramos mantener
la oración principal al principio de los párrafos.
Tomemos el caso de los párrafos de un texto expositivo
(monografía, artículo, biografía, reporte).
Los párrafos de los textos expositivos se construyen a partir
de oraciones que reciben el nombre de oración temática, por ser la
expresión de una idea relacionada con el tema del texto. Son frases que afirman una idea, un hecho o
una relación; por ejemplo:
El uso de la tecnología ha
impactado fuertemente en las relaciones humanas.
El español se derivó del latín
que hablaban los soldados romanos en época del Imperio.
Los delfines son capaces de
nadar a gran velocidad.
En época de frío se incrementa
el número de casos de enfermedades respiratorias.
Teniendo una oración temática, el tipo de párrafo dependerá
del tipo de información que se agregue. La información que complementa a la
oración temática puede provenir de diferentes fuentes:
- Información obtenida en fuentes documentales, la cual se puede citar textualmente, o bien presentarse en resumen o a manera de paráfrasis. En cualquiera de los casos, es importante que se ofrezca referencia del origen de la información en el cuerpo del texto, al margen de la posibilidad de presentar al final del escrito una lista de fuentes empleadas. No hay que confundir la honesta necesidad de reconocer al autor de las ideas que utilizamos, con el obsesivo requerimiento de utilizar un formato específico para referir fuentes (llámese APA, MLA o ISO): son dos cosas distintas.
- ·Experiencias personales, en cuyo caso es importante señalar que tal es el origen de lo que se informa, por medio de expresiones como “en lo personal, yo viví…”, “en x ocasión, tuve la oportunidad de observar que…”, “a lo largo de mi experiencia personal he observado que…”
- Dichos o declaraciones de personas que han hablado sobre el tema, los cuales deben ser lo más fieles posible a las expresiones originales (de preferencia como citas textuales) e ir contextualizadas (cuándo, dónde o por qué lo dijo): “de acuerdo a lo que ha expuesto Carlos Lomas en su conferencia Literatura y sexismo, en el reciente Coloquio sobre enseñanza de la lengua…”, “como solía decir el maestro Ismael Vidales cuando nos dictó la clase de Filosofía de la Educación, allá por los años 90…"
- Narraciones ejemplificadoras o anecdóticas en relación con la idea que se expone. Suele tratarse de pequeños episodios ya documentados de experiencias vividas por personajes históricos o relevantes para la cultura contemporánea: “Se cuenta que en una ocasión, estando tal personaje en tal situación…”
- Explicaciones que despliegan el sentido de la idea, ya sea por revisión de los conceptos que la componen o por descripción de las relaciones que se establecen entre tales conceptos. Se puede recurrir a reformulaciones, ejemplificaciones, metáforas, analogías o imágenes (imagínate que…); todas ellas surgidas de la experiencia de quien redacta.
Los siguientes ejemplos mantienen la esencia explicativa, pero
se enfocan en diferentes aspectos:
Los delfines son capaces de nadar a gran
velocidad; aunque los científicos que los
han estudiado no pueden explicar a satisfacción por qué pueden alcanzar
velocidades que parecen superiores a la energía que utilizan al nadar.
Al respecto, un estudio realizado por Frank Fish de la Universidad West Chester
de Pennsylvania, referido en el sitio web de la revista Muy interesante, ha
encontrado que esto es posible gracias a su fuerte cola, que les proporciona el
empuje necesario para moverse con la rapidez que los caracteriza.
Los delfines son capaces de nadar a gran velocidad. A diferencia de
otros mamíferos, la parte trasera de la anatomía de un delfín es mucho más
desarrollada que su musculatura frontal, las aletas son sólo para dirigir,
mientras que la cola proporciona la mayor parte de la fuerza del movimiento.
También han desarrollado aletas horizontales en la cola, para hacer una
propulsión más eficiente, y una aleta dorsal al igual que los peces. Las partes
externas que afectan la forma aerodinámica de un delfín, como los genitales o
las orejas, se han perdido por completo, convirtiéndose en órganos internos.
(Con información de delfinpedia.com)
Los delfines son capaces de nadar a gran velocidad, y les gusta
hacerlo cerca de las personas; de acuerdo con una nota del Clarin.com, fechada el 10 de agosto de 2015, unos pescadores
reportan una experiencia sorprendente cuando una manada de delfines los
acompañó en medio del mar. Se reporta lo siguiente: “Sorprendidos por la visita
inesperada, los pescadores comenzaron a sacar sus celulares para filmar y tomar
fotos del espectáculo natural. Los delfines parecían que bailaban al compás de
la embarcación durante varios kilómetros”.
Los principales recursos del lenguaje a los que tiene que
echar mano el usuario, al momento de unir sus oraciones temáticas con la
información complementaria son los siguientes:
·
Concordancia gramatical. Cuidar que haya
concordancia entre el género y número del sujeto de nuestra oración temática
con los adjetivos y pronombres, o con persona y número en el caso de los
verbos, presentes en la información que se agrega.
*“Los
delfines son capaces de nadar a gran velocidad; aunque los científicos que lo
han estudiado no pueden explicar a satisfacción por qué puede alcanzar
velocidades que parecen superiores a la energía que utiliza al nadar”
·
Uso de nexos. Las palabras, frases y expresiones
que se usan para conectar, también resultan invaluables al momento de organizar
la información:
◦
Las conjunciones son palabras o frases (locuciones conjuntivas) que se usan para
enlazar palabras o frases, y agregan, además, algún tipo de relación
lógica-significativa entre los elementos enlazados; pueden ser coordinantes (y,
ni, o, pero, es decir) o subordinantes (que, donde, hasta que, cuando, ya que,
conque, etc.).
◦
Adverbios y frases adverbiales en función de
nexo. Al marcar relaciones temporales, espaciales o secuenciales entre
acciones, pueden funcionar también como enlace entre frases, oraciones, e
incluso entre párrafos de un texto: luego, posteriormente, antes, después, al
día siguiente, ahí mismo, no sin antes, de ninguna manera, etc.
Descontando que hay
otros pasos importantes en el proceso de escritura, tanto antes como después de
escribir los párrafos, la habilidad para generar estos constituye un cimiento
básico para la creación de textos.