El día de hoy estuve brevemente de visita en mi muy querida y maltratada Normal Superior. Sentado en una banca, puede escuchar, a mis espaldas, un diálogo que se movió aproximadamente en el siguiente tenor:
Cuando en septiembre de 1999 se nos informó que obligatoriamente teníamos que comenzar a a trabajar con el nuevo plan y programas de estudio, hubo mucha resistencia. Cuando nos hubimos hecho a la idea, los antiguos colegios disciplinares comenzaron a buscar la forma de adecuar las líneas de especialización y los perfiles de sus integrantes a los nuevo requerimientos curriculares. Al cabo de un año y medio o dos, la situación llegó a cierto punto de estabilización.
Fue entonces cuando, en un acto supremo de desprecio a la razón y de prepotencia, la entonces directora "decretó" que cualquier maestro se encontraba capacitado para impartir cualquier asignatura de los nuevos programas. Para ella, la ausencia de "contenidos especializados" o "ciencia dura" en el currículum era una evidencia de que ya no se requerían especialistas.
"Empoderados" desde entonces los que en su momento fuero sus corifeos, las consecuencias de esa torpeza siguen viviéndose en nuestra institución, en perjuicio de la calidad que debiera tener el servicio de formación de docentes, sobre todo en la modalidad mixta (híbrida que le dice mi esposa). Ya no existen los especialistas, sino asignados; mientras que la mayoría de las instituciones de educación superior se jactan de tener a tales o cuales especialistas con tantas credenciales y tantas publicaciones, en nuestra escuela los méritos se cuentan por semestres de permanencia, es decir por lo que en reemplazo a sumisión llaman disciplina.
El constructivista método de trabajo es muy simple: leer-hacer un ensayo, leer-hacer un mapa conceptual, leer-elaborar un tríptico, etc. Son las formas de trabajo estandarizadas que suelen ser barnizadas con formatos y orlas inutiles desde el punto de vista didáctico, pero impresionantes por la cantidad de papeles que se generan. Entre eso y el exhibicionismo didáctico (exponer cualquier cosa que hayan hecho los alumnos como si fueran auténticos productos de aprendizaje) ha llevado a nuestra Escuela Normal Superior a los niveles de desempeño y rendimiento con que cuenta actualmente.
Y el gasto, hermanito, el gasto. Porque cómo gastan dinero en puestos inútiles y redundantes que sólo se usan para acumular votos y premiar fidelidades políticas en la eternización de un círculo vicioso de preservación del poder. No sé, nadie sabe fuera de unos cuántos coludidos, cuánto se gasta por alumno en la mixta; pero te aseguro que es mucho más de lo que se gasta por alumno en la escolarizada, y todavía muchísimo más de lo que se gasta por alumno en otros estados.
Que suerte tiene nuestra institución de que el gobernador del estado sea un incompetente que designa gente incompetente para hacerse cargo de la educación.
Lo siento, pero la situación es ofensiva e indignante. Pobres alumnos de la Normal Superior. Pobres futuros alumno de los egresados de la Normal Superior... pobre estado sin progreso.
-¿Dónde vas a estar?Se trataba de dos docentes que hablaban sobre su asignación para el siguiente semestre. Lo soso y desesperanzado del diálogo menguó inmediatamente cualquier interés que pudiera haberme motivado a inmiscuirme en lo que no me importa y, en cambio, me hizo reflexionar lo siguiente:
-Voy a estar aquí (en ese momento seguramente señalaba uno de los espacios en uno de los muchos esquemas de distribución de horarios que están pegados en tableros).
-Yo aquí. Hubiera estado mejor aquí.
-Pues a ver cómo nos va.
Cuando en septiembre de 1999 se nos informó que obligatoriamente teníamos que comenzar a a trabajar con el nuevo plan y programas de estudio, hubo mucha resistencia. Cuando nos hubimos hecho a la idea, los antiguos colegios disciplinares comenzaron a buscar la forma de adecuar las líneas de especialización y los perfiles de sus integrantes a los nuevo requerimientos curriculares. Al cabo de un año y medio o dos, la situación llegó a cierto punto de estabilización.
Fue entonces cuando, en un acto supremo de desprecio a la razón y de prepotencia, la entonces directora "decretó" que cualquier maestro se encontraba capacitado para impartir cualquier asignatura de los nuevos programas. Para ella, la ausencia de "contenidos especializados" o "ciencia dura" en el currículum era una evidencia de que ya no se requerían especialistas.
"Empoderados" desde entonces los que en su momento fuero sus corifeos, las consecuencias de esa torpeza siguen viviéndose en nuestra institución, en perjuicio de la calidad que debiera tener el servicio de formación de docentes, sobre todo en la modalidad mixta (híbrida que le dice mi esposa). Ya no existen los especialistas, sino asignados; mientras que la mayoría de las instituciones de educación superior se jactan de tener a tales o cuales especialistas con tantas credenciales y tantas publicaciones, en nuestra escuela los méritos se cuentan por semestres de permanencia, es decir por lo que en reemplazo a sumisión llaman disciplina.
El constructivista método de trabajo es muy simple: leer-hacer un ensayo, leer-hacer un mapa conceptual, leer-elaborar un tríptico, etc. Son las formas de trabajo estandarizadas que suelen ser barnizadas con formatos y orlas inutiles desde el punto de vista didáctico, pero impresionantes por la cantidad de papeles que se generan. Entre eso y el exhibicionismo didáctico (exponer cualquier cosa que hayan hecho los alumnos como si fueran auténticos productos de aprendizaje) ha llevado a nuestra Escuela Normal Superior a los niveles de desempeño y rendimiento con que cuenta actualmente.
Y el gasto, hermanito, el gasto. Porque cómo gastan dinero en puestos inútiles y redundantes que sólo se usan para acumular votos y premiar fidelidades políticas en la eternización de un círculo vicioso de preservación del poder. No sé, nadie sabe fuera de unos cuántos coludidos, cuánto se gasta por alumno en la mixta; pero te aseguro que es mucho más de lo que se gasta por alumno en la escolarizada, y todavía muchísimo más de lo que se gasta por alumno en otros estados.
Que suerte tiene nuestra institución de que el gobernador del estado sea un incompetente que designa gente incompetente para hacerse cargo de la educación.
Lo siento, pero la situación es ofensiva e indignante. Pobres alumnos de la Normal Superior. Pobres futuros alumno de los egresados de la Normal Superior... pobre estado sin progreso.
4 comentarios:
ESTIMADO MAESTRO FERNANDO:
ES VERDAD LO QUE USTED DICE, PERO NO TODO ESTA PERDIDO, MAESTROS COMO USTED DEJAN LA HUELLA EN LOS ALUMNOS, Y ESA HUELLA OCASIONA LA BUSQUEDA DE QUERER SABER MAS SOBRE LA ESPECIALIDAD QUE ESTAMOS ESTUDIANDO, Y NO ES ENSEÑADA EN LA NORMAL.
QUIERO COMENTARLE ALGO MUY TRISTE QUE PASO EN EL SALON RELACIONADO AL TEMA DE HOY.
UN COMPAÑERO NECESITABA SALIR AYER DE URGENCIA FUERA DE LA CIUDAD, ESE DIA SE REALIZARIA LA EXPOSICION, Y EL MAESTRO LE DIJO AL COMPAÑERO QUE NO PODIA FALTAR A LA EXPOSICION PORQUE TENIA QUE ESTAR COMPROMETIDO CON LA FORMACION QUE ESTABA RECIBIENDO EN LA NORMAL. PUES NO PUEDO SALIR FUERA DE LA CIUDAD POR ASISTIR A LA "EXPOSICION", Y EL MAESTRO DE LA MATERIA NO ASISTIO.
LA NORMAL VIVE UN ESTADO DE APARIENCIAS DESDE EL ALUMNO HASTA LOS DIRECTIVOS.
Y las apariencias engañan, mi estimado Joss. Recuerda: "Por sus frutos los conoceréis". Lo demás es oropel.
jajajajjajaja.
Si!!!!
Mi estimado Fer, hay un estribillo del admirado Alex Lora, rockero mexicano de la generación Avándaro: se ha soltado una epidemia/ de Jijos de la chingada/ que ha dejado al país/ enmedio de la miseria... Pues gracias al generoso exilio, que me otorgó la modalidad asignada, he tenido tiempo suficiente para navegar en la gran pista y he encontrado una buena cantidad de voces (maestros y alumnos) describiendo la viga del ojo normalista. Entonces... en autocrítica somos mucho más que dos. Felicidades.
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