martes, 22 de abril de 2008

Día del libro

El 23 de abril es la fecha en que se conmemora la muerte de dos grandes escritores: Cervantes y Shakespeare. No; no murieron el mismo día pero sí en la misma fecha, sólo que una perteneciente al calendario gregoriano que usamos actualmente, la de Cervantes, y la otra al calendario juliano: la de Shakespeare, quien para nuestro calendario murió el tres de mayo. Eso sí: ambos fallecieron el año de 1616.

Como una forma de honrar a estas grandes figuras, la UNESCO estableció el 23 de abril como el Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor, fecha que en mucho pasa desapercibida en nuestra comunidad a causa de las muchas y difusas celebraciones del libro y la lectura que, dicho sea de paso, suelen revestirse de actividades comerciales y eventos para la toma de fotografías de funcionarios que por única ocasión en el año tienen un libro en sus manos.

Como sea. Lo importante es que la fecha no pase desapercibida, y la mejor celebración será leer un libro y recomendar un libro a alguien. También podemos aprovechar la ocasión para deshacernos para siempre de esos libros fotocopiados que están dañando el patrimonio y violentando los derechos de algún autor.

En breve: Lee un libro. Recomienda un libro. Evita las copias ilegales.

Feliz Día del Libro.

jueves, 17 de abril de 2008

Blog - blog - blog

Esto de los blogs se ha convertido en todo un fenómeno mundial. Ya no sólo es el recurso para que la gente de a pie dé a conocer masivamente sus ideas. Diarios, empresas y organismos administrativos, gubernamentales incluídos, han encontrado en los blogs un recurso insuperable para dinamizar el grado de contacto con sus clientes, por no hablar de las instituciones educativas que lo han convertido en recurso para informar y formar. En febrero de este año, Sara Boxer publicó en el New York Times un interesante artículo sobre los blogs que ilustra ampliamente lo que estoy comentando.

Concretamente en el ámbito educativo, grupos y sectores académicos y estudiantiles han hecho del blog una herramienta de primer nivel para coordinar acciones educativas asíncronas que, principalmente por la flexibilidad de la interfase con que se elaboran, ha devenido como un reemplazo ventajoso para muchos de los usos que tradicionalmente se conferían a los foros (que siguen vivos y funcionales, pero en un nicho mucho más especializado que el de la mera opinión: luego te platico de ellos).

Pues fíjate que en la normal en la que trabajo ( Escuela Normal Superior "Profr. Moisés Sáenz Garza", del estado de Nuevo León, para quienes me han preguntado) existe un importante apoyo al diseño didáctico y a la acción educativa centrada en el uso de los recursos informáticos, uso de los blogs incluído. Pero, no lo vas a creer, aunque se cuenta con una carísima infraestructura para la conexión inalambrica de alta velocidad a Internet, su funcionalidad es absolutamente nula.

El área de informática de la ENS se ha convertido para mí, de dos años a la fecha, en una fuente permanente de molestia e incomodidad, por muchas razones, algunas de ellas ya expuestas anteriormente, que me hacen dudar acerca de la cordura y competencia de quien toma las decisiones en relación con el uso de la tecnología. Puedo mencionar, por ejemplo, que en "las caballerizas" (Así llamamos a una sala de maestros con computadoras. A la directora le molesta porque siente que es denigrante, pero poco hace para disminuir la ofensa en los actos que diariamente realiza su administración contra los docentes); te decía que en las caballerizas hay computadoras con acceso a Internet, pero se trata de una acceso limitado y filtrado. Por el contrario, cualquier secretaria (y no es peyorativo: cuando digo cualquiera quiero decir todas o cualquiera de ellas) puede acceder desde su computadora a sitios y recursos que se encuentran restringidos para la sala de maestros. También existen nodos o áreas de trabajo que accesan libremente a Internet. Aunque Isaías Torres (Secretario General) insista en que no hay tratos preferenciales para nadie: los hechos dicen que esa afirmación es falsa.

La joya más reciente de los genios tomadores de decisiones se mueve en el siguiente tenor:

De unos meses a la fecha, varios compañeros de trabajo (en la mencionada escuela) hemos encontrado en los blogs el canal adecuado para expresar abiertamente nuestras inconformidades y denuncias en torno a la manera en que se hacen las cosas en esta institución. De forma inesperada, lo que inició como un ejercicio de concreción de ideas y de mutuos apapachos, devino en un producto de alta difusión (tampoco es que nos vayamos a enriquecer insertando publicidad de google en nuestros blogs; no es para tanto) y de inesperadas repercusiones: Una cosa es ejercer el derecho al pataleo y otra cosa es ser tomado en cuenta.

Pues, para no alargar mucho la historia, alguien en la Normal (ENSMSG) se molestó con nuestras acciones, y actualmente existen blogs de colegas y alumnos específicamente bloqueados para el acceso desde la escuela. Tampoco es posible acceder a las páginas de creación de blogs, ni de creación de entradas, ni de lectura o creación de comentarios. Claro que esa situación no aplica para las computadoras de los jefes, sus secretarias y achichincles, que sí son iguales pero no tan iguales, quienes sí pueden navegar por donde les venga en gana.

Y es que entiendo que se restrinja el acceso a sitios de descarga de vídeos, música y software por parte de los alumnos, pues si todos se pusieran a descargar lo que se les ocurra, aniquilarían el ancho de banda, pero... ¿restringir el acceso a los blogs? ¿Cómo afecta al ancho de banda? ¿o será más bien porque la crítica provoca escozores hemorroidales? ¿Resulta más cómodo ocultar lo que se ve feo; ocultar la cabeza como el avestruz?

¿Sabes cómo se le llama a esa forma de actuar? Se le dice fascismo; y su naturaleza es completamente opuesta al diálogo y a la concordia. Es que hay gente que no se ha enterado de que el respeto funciona en doble sentido: si se otorga se recibe. Y además, como forma de enfrentar la situación, es poco inteligente.

Tampoco es que me extrañe.

martes, 15 de abril de 2008

Las cosas y sus valores

En una ocasión un amigo tuvo un choque después de una fiesta. Me tocó llegar momentos después del accidente en el que, afortunadamente, nadie salió seriamente lastimado. Aparentemente la culpa del choque fue de mi amigo que se le atravesó al paso a un taxista, cuyo coche quedó bastante dañado. Al lugar llegamos Lucy, Ileana y este servidor; fundamentalmente como apoyo moral, pues poco podíamos hacer en relación con el accidente, y nos tocó ser testigos de cómo el taxista, en un arranque de furor, la emprendió a patadas contra el carro de mi amigo: insisto, del carro.

El descrito es un ejemplo de conducta primitiva que surge de una forma de pensar que se encuentra arraigada en una concepción mágica del mundo, en la que se confiere a las cosas una voluntad y cierto nivel de poderes. Lo explico: En la antigüedad, los hombres creían que las cosas y los fenómenos naturales poseían cierto nivel de conciencia, de tal manera que, por ejemplo, el trueno aparecía con la intención de anunciar algo, o el sol salía cada mañana como un premio a cierto deseo de beneficiar a los humanos. Esta manera de concebir las relaciones de los hombres con la naturaleza es a lo que se llama "pensamiento mágico", y tiene sus orígenes en los albores de la civilización.

Si tomamos en cuenta que el surgimiento de los primeros rasgos de civilización surgieron hace alrededor de 20,000 años, que la cultura más antigua (incluyendo escritura) debió aparecer en China hace cerca de 4,500 años, y que el origen del pensamiento moderno o racional no supera los 300 años (con un largo inter previo en el que dominó el pensamiento místico o religioso), es fácil entender porqué en el fondo de nuestra conducta aún se encuentra arraigada la concepción mágica del universo.

Es evidente que todos tenemos nuestros arranques de primitivismo en algún momento; por ejemplo cuando nos colgamos un amuleto o nos ponemos calzones rojos/amarillos en el último día del año. Se trata de prácticas hasta cierto punto inocentes que no hacen daño a nadie.

Mala la cosa cuando la práctica primitiva corre a cuenta de las instituciones creadas para preservar la racionalidad como, en el caso específico al que me referiré, la Secretaría de Educación; y la cosa a la que se le ha conferido un sentido mágico se llama evaluación.

La inclusión de México en los programas internacionales de evaluación de la OCDE (PISA, 2000), después de muchos años de resistencia por parte del sindicato y de las autoridades educativas para permitirlo, vino a poner en evidencia las fuertes carencias y debilidades del sistema educativo nacional. Recuerda cómo se ocultaron los resultados y cómo se trató de deslegitimar la validez del examen desde el principio por parte de los líderes sindicales. El inevitable comparativo internacional nos ubicó en los últimos lugares de desempeño. Por cierto: aunque los datos estuvieron disponibles en Internet con mucha oportunidad, los actores del sistema educativo nacional los desconocían gracias a esa dinámica que existe de sólo aceptar como válido aquello que es publicado por la autoridad.

De forma casi instantánea, las prioridades de las autoridades educativas nacionales y locales se volcaron hacia mejorar los resultados de evaluación. Lo que comenzó a moverse en el ámbito de lo ridículo fueron los métodos. Aquí en Nuevo León, por ejemplo, la "maestra milagrosa" que teníamos como secretaria de educación decretó que los niños tenían que aprender a contestar exámenes. Su razonamiento era muy simple: no es que no tengan conocimientos, lo que pasa es que se confunden con el tipo de examen y las condiciones para contestarlos; y ahí nos tienes a todos los maestros tratando de hacer exámenes "tipo PISA" sin saber, lo que cayó en la elaboración de ridículos mamotretos que hacían todo menos evaluar.

Nuestro actual secretario de educación, Silvestre "me parece que vi un lindo gatito" Reyes Tamez, no lo ha hecho mejor; no sólo está convencido de que los estudiantes salen mal en las evaluaciones porque no han practicado lo suficiente: ahora se ha inventado un completo paquete extra de evaluaciones que lo único que han logrado es promover el surgimiento de cursos y guias de preparación para mejorar los resultados en las evaluaciones ENLACE, nacionales e intermedias.

Y mira que no estoy en contra de evaluar: por el contrario, estoy convencido de que la evaluación es la única forma coherente y objetiva de conocer el nivel de logro de una acción educativa, pero, a diferencia de la fetichista concepción contemporánea promovida por la autoridad, pienso que un estudiante que posee los conocimientos esperados podrá evidenciarlo en diferentes modos: incluso en una evaluación. Lo cierto es que en el afán evaluador, se han disminuido las oportunidades para educar a los alumnos. No es aceptable que todo un sistema conciba como cierta la premisa de que "a contestar exámenes se aprende contestando exámenes"; eso es una falacia.

Esa visión limitada de los alcances y la naturaleza de la evaluación no hace otra cosa que aproximarnos intelectualmente a los alcances y limitaciones del taxista que pateó el coche de Tomás Corona. Él cuenta con la justificación de la frustración y la adrenalina del momento que pueden llegar a cegar la razón y el buen juicio.

Comparativamente, nosotros, los educadores, autoridades educativas incluidas, quedamos como unos brutos que no tienen la menor idea del sentido y la utilidad de la evaluación y que, cuando los resultados no son los deseados, la emprendemos a patadas contra la evaluación que nos golpeó cuando menos lo esperábamos.

Y eso no es nada racional.

domingo, 13 de abril de 2008

¿Sí se puede?

"La ola" y la acuñación de la frase "Sí se puede", constituyen dos de las principales contribuciones regias a la cultura popular contemporánea. La primera se encuentra orientada específicamente al apoyo a los equipos en eventos deportivos; la segunda, aunque nacida en una campaña política y de la imaginación de un equipo publicitario, ha logrado una aplicabilidad insuperable en todo ámbito y situación.

"Sí se puede" es una frase que sintetiza de una forma muy clara y evidente la aspiración de una sociedad por escalar alturas y alcanzar logros que históricamente le han estado vedados.

"Sí se puede" clama la multitud esperanzada cuando el equipo de sus pasiones salta a la cancha a enfrentar al rival al que nunca ha podido vencer.

"Sí se puede" exclama al borde de las lágrimas (mientras besa una estampa de la Virgen de Guadalupe) el prietito flaquito-flaquito que ganó una medalla de cobre en loquesea representando a México en una justa internacional contra Guatemala y Surinam.

"Sí se puede" arenga el candidato opositor y claro perdedor en las encuestas para animar a sus partidarios a sumar votos y voluntades para su causa y para el bienestar de su patrimonio (del candidato, no de sus partidarios).

"¿Sí se puede?" le preguntó un reportero (en ese nuevo estilo huevón de entrevistar que se ha puesto de moda) a Alejandro González Iñárritu, con ocasión de la nominación de su película "Amores perros" al Oscar para la mejor película extranjera... y Alejandro lo mandó al diablo. Y externó la valoración más clara y lapidaria que se puede hacer para una expresión de culto: "No me gusta esa frase porque me parece muy perdedera"(sic).

Y es que lo cierto es que el "Sí se puede", más que un grito de guerra es una expresión de la frustración de quienes nunca logran nada y le otorgan al triunfo características de milagro o evento circunstancial. Lo usa el que siempre pierde y espera ganar alguna vez; o quien siempre se ha sentido humillado y sueña con cobrar retribución. Es un grito de impotencia: el reemplazo al llanto por el dolor de no ser.

En algún momento anterior escribí sobre la voz pasiva reflexiva que, además, tiene la característica de ser impersonal: "se piensa", "se dice", "se pretende", "se puede", etc., donde resulta evidente la falta de una persona gramatical que realice la acción. En el caso del "sí se puede", la carencia de persona gramatical exime al enunciante y al resto de los participantes de cualquier responsabilidad: ¿Quién puede? ¿Tú? ¿Yo?, ¿La Divina Providencia? ¿O los otros?

Me gusta más el "Yes, we can" que el precandidato demócrata, Obama, ha difundido entre sus seguidores. "Sí, nosotros podemos" (en realidad: "sí podemos") le pone nombre al encargado de alcanzar el logro propuesto: nosotros. Es cierto que los "paisanos" se apresuraron a traducir la frase con el, más familiar para ellos, "sí se puede", pero es innegable que la frase original es bastante clara en sus alcances e intención.

Digamos "sí puedo", "sí podemos"; que los perdedores sigan llorando con su "sí se puede".

lunes, 7 de abril de 2008

El silencio de los inconscientes

A la vieja usanza de los chistes de una noticia buena y una mala, Reyes Tamez despejó de una vez por todas (y eso es un decir, porque finalmente no aclaró nada, pero suena bien presentarlo así) las dudas respecto al futuro del normalismo en Nuevo León.

La buena, al menos para nosotros los moisesaenzgarzaneanos, es que no van a mover nuestra escuela y que tenemos un largo futuro garantizado en el mismo lugar. De alguna forma, supongo que la directora y sus allegados ya lo sabían y por eso se pusieron a construir; pero nosotros, los de a pie, la infantería, los no tan buenos como los buenos, los que siempre que hacen algo seguramente lo hacen con doble intención, los que somos iguales a todos pero finalmente no tan iguales... esos nosotros: no lo sabíamos.

La mala es el resto del iceberg (algo así como el 90%, según tengo entendido). Según el buen Silvestre, las tres normales estatales: básica, de especialización y superior, compartirán un sólo espacio en el Campus del Normalismo, que estará ubicado en, ya adivinaste, el espacio que actualmente ocupa el Centro Escolar Venustiano Carranza. A raíz de las inquietudes que generó la declaración del Gobe acerca del traslado de la Normal Básica a otro espacio, a Reyes no le quedó más remedio que soltar la sopa... o al menos el caldo.

Porque mencionó una cuarta institución cuya relación con las tres restantes no dejó claras: ¿Las tres normales más el nuevo Instituto de Estudios Superiores en Educación?, ¿o las tres normales como parte del ambiquísimo y etéreo instituto? Eso sí: dejó bien claro que lo del Instituto va.

Tampoco aclaró nada sobre el uso del espacio: ¿Quitarán de ahí el kinder, la primaria y la secundaria?, ¿o seguiremos conviviendo en el mismo espacio como muestrario vivo de todas las generaciones posibles? -como ya tenemos panteones a un lado, sólo faltaría que nos pusieran por ahí una maternidad para completar el catálogo-.

¿Y el estacionamiento? Recuerdo un verano en que tuvimos la oportunidad de usar un campo de futbol y una plaza completa como estacionamientos. Todos los espacios se llenaban al grado de que aún así las calles aledañas eran usadas como estacionamiento por los que llegaban más tarde. ¿Cómo se resolvería ese problema (que en lo local no se ha resuelto ni atendido, faltaba más) después de agregar la población de dos o tres instituciones educativas más?

Nada aclaró de ese y otros puntos como los tiempos, el financiamiento, las condiciones, etc. Y es seguro que al gobe no le gustó nada que su empleado se fuera de la boca, pues lo que habría sido una sensacional exclusiva periodística ("esta es la primera vez que este asunto se ventila públicamente" dijo Héctor Benavides y Reyes Tamez lo confirmó) quedó extrañamente silenciado en los medios electrónicos e impresos de la misma compañía.

Total que andan metidos en sus enjuagues y tenebras que sin duda les dejarán un buen billete en la pasadita. No me extrañaría que Reyes Tamez dejara la implementación del proyecto para última hora, tal y como lo hizo con la Reforma a la Educación Secundaria y con la Enciclomedia cuando fingió como Secretario de Educación a nivel nacional; eso permite reservarse casi todos los beneficios y evadir casi toda la responsabilidad por los fallos.

Total, aquí están sus pendejos que no dicen nada.