martes, 26 de febrero de 2008

Amarren a Willy

Mi participación en la salida del Mtro. Hernán Galindo de la planta docente de la ENS es uno de mis recuerdos más vergonzosos. Vivíamos los días de la renovación curricular con el celo de quienes tienen que acabar con todo lo malo que se hubiese hecho hasta el momento, y era inaceptable que una persona cobrase 5 horas de docencia asistiendo de la forma irregular en que lo hacía Hernán. Vivíamos (¿cómo explicarlo?) una saña purificadora bajo la dirección de la primera mujer que asumía esa dignidad, y yo como responsable del área a la que pertenecía Hernán, escribí el documento que poco después le costaría la plaza.

Entiéndeme; yo estaba convencido de estar actuando en la forma correcta. Pasaron muchos años para construir la parte del entendimiento que me permitió comprender que habíamos cometido un gran error y que figuras icónicas para la cultura como la del maestro Galindo tienen un valor muy superior a pinchurrientos 600 pesos que juzgamos inmerecidos. Hoy entiendo que una sola aparición pública del artista ostentándose como miembro de nuestra institución valía mucho más que eso.

También entiendo que la permanencia de ese supuesto afán por combatir lo negativo no es más que un subterfugio del maniqueísmo que se ha apoderado de nuestra normal: no les importa la pureza ni el bienestar o la calidad; quieren las horas y las plazas para sus compromisos.

Hoy lamento, sin saber hasta qué punto ha llegado, la pretensión del Mtro. Guillermo Berrones de abandonar nuestra Institución. Al igual que Hernán, Guillermo es una figura cultural de alta relevancia en nuestra sociedad norestense. Publica en forma cotidiana como quien compra un café en el Oxxo, y participa habitualmente en los foros culturales más variados. No te voy a mentir: tampoco se trata del mejor maestro que haya conocido; tiene tendencia a desviarse de los temarios y los propósitos para llevar sus cursos a las aguas de sus grandes pasiones: la literatura, la poesía y la cultura popular. Pero en todo caso, ésta sería una premisa para considerar que si quieres sacarle provecho como docente, tienes que ubicarle en espacios donde se puedan aprovechar sus conocimientos, experiencias y pasiones.

Alguien me comentó en algún momento que su salida de la ENS no sería una gran pérdida, a lo que yo contesté: "googlea tu nombre y cuenta las veces que aparezca refiriéndose a ti, no a un homónimo; googlea el de Guillermo y cuenta los resultados. Después me dirás si sería o no una pérdida". Simplemente hay cosas que el dinero no puede comprar.

Guillermo ha optado por mantenerse en el lado incómodo de la crítica política e institucional de la Normal y lo ha pagado con marginación, presiones y exclusión de beneficios que podrían hacerle más atractiva la permanencia en nuestra escuela. Y en ese sentido no puedo menos que entender su desencanto y deseo de buscar horizontes más benignos.

Decidas lo que decidas, Guillermo, y ocurra lo que ocurra, cuenta con mi respeto, mi apoyo y mi simpatía. Y si aceptas mi opinión, yo te digo: No te vayas; los bárbaros no son eternos.

Salud.

domingo, 17 de febrero de 2008

Perimetrales

¡Ya entendí!

Ayer estuve en la Normal. Vi el listado de programaciones para el siguiente semestre de la Mixta y ya entendí la jugada para la Mofalidad Mixta.

1. La Dirección:

A. Lanza un plan para filtrar el personal con el propósito de mejorar la calidad académica.
B. Contrata a una experta en evaluación; ayudará a evaluar para seleccionar a los maestros, pero sólo cuenta con materiales para evaluar las asignaturas comunes a todas las licenciaturas en educación.
C. Hace el anuncio de que a partir del próximo semestre sólo podrá trabajar como docente quien acredite la evaluación.
D. Prepara un esquema general de trabajo, aunque éste se encuentra centrado en procedimientos de control, que incluye la capacitación de quienes serán evaluados.
E. Accidental o incidentalmente (lo cual depende de su nivel de complicidad o de inocencia), no incluye medidas claras de control para la calidad del trabajo en asignaturas de especialidad.

2. La burda mafia:

A. Se alarma.
B. Trata de encontrar un hueco por donde colarse.
C. Cobra favores.
D. Evita que en los cursos de preparación se inscriban más personas de las necesarias para impartir las asignaturas (ocho grupos-ocho capacitados), para disminuir el riesgo de exclusión.
E. Mantiene a sus consentidos y aliados en puestos clave; es decir: donde se cobra mucho sin rendir cuentas a nadie.
F. Consigue que se coloque a sus protegidos en las asignaturas de especialidad para que no tengan que pasar por el estrés de ser evaluados. Les establece, por medio de sus aliados, un mínimo de requisitos para "taparle el ojo al macho".
G. Envía a la gente con más experiencia y formación a presentar los exámenes en las asignaturas comunes.
H. Externa su congratulación por las nuevas medidas, compromete públicamente su apoyo y hace un amplio reconocimiento a todos los maestros por su compromiso, su entusiasmo y su capacidad.

3. Prospectiva a corto plazo:

A. Las evaluaciones arrojan resultados aceptables gracias a la presencia de gente con experiencia (2.G.).
B. Los malos resultados se ocultan.
C. Nadie es excluido porque no se cuenta con alternativas (2.D.).
D. Se vuelve a anunciar que se tomarán medidas.
E. La BM externa su congratulación por las nuevas medidas, compromete públicamente su apoyo y hace un amplio reconocimiento a todos los maestros por su compromiso, su entusiasmo y su capacidad.
F. La calidad académica sigue por los suelos (2.E. y 2.F.).

4. Prospectiva a mediano plazo:

A. La calidad académica sigue por los suelos (todas las anteriores).
B. La ex-directora se pregunta qué pudo haber salido mal.
C. La BM se congratula por la llegada de un nuevo director que viene a enmendar todos los errores de su antecesora.
D. La BM externa su congratulación por las nuevas medidas, compromete públicamente su apoyo y hace un amplio reconocimiento a todos los maestros por su compromiso, su entusiasmo y su capacidad.

Y por ahí sigue el bucle deconstructivo.

viernes, 15 de febrero de 2008

Más de lo que ves

En la prensa digital del día de hoy aparece una nota que relata lo ocurrido durante la entrega del Premio Nacional de Ciencias y Arte, donde los homenajeados fueron: el doctor en lengua y literatura española Sergio Fernández, en la categoría Premio Nacional de Lingüística y Literatura; el cineasta Felipe Cazals y el violonchelista regiomontano Carlos Miguel Prieto en el rubro Premio Nacional de Bellas Artes; la historiadora Pilar Gonzalbo y el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, el Premio Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía; los investigadores Carlos Beyer, Silvia Torres y Guillermo Ruiz-Palacios en el rubro del Premio Nacional de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales; el ingeniero civil Miguel Romo, con el Premio Nacional de Tecnología y Diseño; los artesanos Francisco Coronel Navarro, Teodoro Torres y Susana Navarro, así como los pintores nahua Alto Balsas Guerrero en la categoría de Premio Nacional de Arte y Tradiciones Populares.

Suponiendo que los leíste todos, ¿cuántos nombres te suenan familiares?, ¿conoces sus obras?, ¿qué putas es "pintores nahua Alto Balsas Guerrero"? (se trata de contestar sin wikipedia). Partiendo del supuesto de que somos personas de cultura estándar, y que nuestras respuestas son similares -incluso superiores- a las que puede dar el grueso de la población, dime qué opinión te merece la declaración de la Secretaria de Educación, Josefina Vazpor Mota:

«A través de este galardón, señaló Vázquez Mota, "se persigue estimular el desarrollo de la vocación científica y artística desde los primeros años de vida, así como convocar a la comunidad educativa, maestros, padres de familia, sector empresarial, artístico y científico a sumarse a esta transformación del país".»

Personalmente, a mí me parece una muestra suprema de la estupidez demagógica que un burócrata ineficiente puede llegar a ejercer. Te lo muestro:

Es una falacia cuando afirma que con ese premio se persigue "estimular el desarrollo de la vocación científica y artística desde los primeros años de vida", pues: a) ningún premiado es joven; b) ni los niños ni los jóvenes tienen participación o conocimiento del proceso, criterios u obras de los galardonados; c) las obras de quienes han recibido anteriormente el premio, ni han sido difundidas entre los escolares ni poseen las características para formar parte de los contenidos escolares; d) los galardonados nunca han participado, ni lo harán ahora, en campañas o acciones oficiales para promoción de la ciencia o las artes; de tal forma que no existe ninguna relación directa entre el hecho de que una persona desconocida reciba un premio por una obra desconocida (para los jóvenes), con el desarrollo de las vocaciones infantiles o juveniles.

Es una falacia cuando afirma que con ese premio se persigue "
convocar a la comunidad educativa, maestros, padres de familia, sector empresarial, artístico y científico a sumarse a esta transformación del país", pues, asumiendo como cierta la información de que la afirmación alude al compromiso para transformar la educación del país, los sectores mencionado no son convocados de forma efectiva para la asignación de los premios; aparte de los premiados, no se justifica por qué el resto de la sociedad estaría interesada en participar en dicha transformación a partir de la entrega de los premios; y finalmente, "transformación" es un término completamente ambiguo que no significa nada concreto y que ha formado parte del caló oficialista desde hace más de cien años.

¿Transformar qué? ¿Contenidos? ¿Prácticas? ¿Instalaciones? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Para qué? Y no se trata de que cada quien intuya las respuestas. Al menos en el Programa Sectorial (más jerga) no se aclara nada (fortalecer, vincular, apoyar, incrementar, bla, bla. Ya te platicaré de ese Programa que plantea propósitos de calidad y pretende evaluarlos con indicadores de cantidad).

O sea que la bruta habla por hablar y adorna su discurso con los lugares comunes de siempre y de paso deja evidencia de que no tiene un plan claro para sacar adelante la pobre situación educativa del país; y está exclusivamente empeñada en evaluar lo que no se sabe enseñar. Y Felipe Calderón no la va a remover, sólo porque es su aliada, no porque sea eficiente. Total que una mafiosa y una pendeja nos tienen copados y condenados a la mediocridad educativa nacional.

Dios mío, hazla inteligente por favor.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Siete

Akira Kurosawa fue un conocido director de cine japonés. Una de sus películas más famosas es "Los siete samurais" que cuenta cómo un grupo completamente atípico es capaz de lograr un improbable triunfo gracias a elementos que poco tienen que ver con lo esperado. Es decir que ganan gracias a el entusiasmo, el espíritu de sacrificio y el deseo de triunfar, más que por la disciplina, el talento y la dedicación. El mismo tema y con tratamiento similar se cuenta en la película "Bichos" de Disney, mucho más familiar para la sociedad contemporánea.

Hace no mucho expresé mi opinión en contra de la forma en que ese tipo de tratamientos cinematográficos influyen en la actuación de las personas relacionadas con la educación. Postura que tengo que refrendar en relación con esta otra película y a partir de un evento y una situación que te platico a continuación.

Como recordarás, la escuela donde trabajo tiene dos modalidades para la formación de docentes: la escolarizada y la mixta. La modalidad escolarizada cuenta con una planta de trabajadores de base, la mayoría de ellos con varios años de experiencia, y la mixta se nutre laboralmente de personal por contrato. De hecho, ya anteriormente había criticado la manera en que se distribuyen las cargas académicas en la modalidad mixta.

Bueno, pues ya se llegaron nuevamente las fechas para la programación en la modalidad híbrida, y así nada más, pagando sin ver y sin que medie ningún acto o intención malalechera, es posible anticipar que, pese a las muchas declaraciones públicas de la directora en el sentido contrario, las hordas de la Burda Mafia acabarán organizando y provocando el mismo desmadre de siempre.

¡Pero cómo!, me dirás, ¡si a ellos tampoco les conviene que se hunda la normal!

Pues fíjate que les tiene sin cuidado, dado que un amplio sector de quienes sirven a tan indigna causa tiene la certeza de que difícilmente lograrían un trabajo tan bien remunerado en circunstancias diferentes, por lo que están dispuestos a continuar sangrando el presupuesto mientras puedan. Y de ninguna manera van a permitir que se les restrinja el acceso a la chiche por razones tan ambiguas (y me temo que incomprensibles para ellos) como la "calidad educativa" -Usté nom'ás diga, jefe; ¿qué formato hay que llenar pa' tener calidá'?-.

Pero como bien dice Memo, no tiene la culpa el profe, sino quien lo hace catedrático. Y en el caso de nuestra institución hay evidencias y circunstancias más que suficientes para identificar la cabeza responsable del desorden académico; pues así como el buen estado y el avance que se observa en el aspecto material y operativo pueden constituir la prueba de que la persona responsable está haciendo bien las cosas, el contraste que ofrecen las áreas de evaluación, actualización y docencia con sus nulos resultados también tiene un nombre.

Desde que llegó Lety a la dirección de la Normal, la calidad académica de nuestra institución ha mantenido un movimiento sostenido en picada. Pero yo (y mucha gente tendrá que coincidir conmigo) meto las manos al fuego por la experiencia y la capacidad académicas de Lety; no así por su buen juicio al momento de tomar decisiones y asignar funciones, área en la que ha mostrado sus mayores debilidades.

La actual subdirectora académica no ha logrado mostrar resultados positivos contundentes (muchas vaguedades y ambigüedades sobre posibles señales de avance, eso sí), situación que ya en forma consuetudinaria se justifica achacando los fallos a los maestros que no quieren hacer las cosas. Lo cierto es que la falta de ascendencia sobre la planta docente y su escasa experiencia en la toma de decisiones han sido los factores determinantes para construir el fracaso institucional.

Y mira que te estoy hablando de la subdirectora, no de la maestra; porque ese es un gran problema que tenemos en nuestra cultura: somos incapaces de separar la evaluación a los puestos y funciones de las personas. Lariza (ahora sí, Lariza), además de ser agradable en el trato, es una persona con una preparación profesional sólida y variada, pero aunque cuenta con experiencia docente, su trayectoria en este rubro no ha sido lo suficientemente significativa como para constituir un elemento de prestigio público. ¿Ves? No es que sea buena o mala maestra: es que nadie lo sabe; y el prestigio docente es la primera condicionante para construir un liderazgo académico.

El problema no es de formación: es de perfil. Y como no se ha logrado que un equipo de experiencia y prestigio se integre como soporte (lo cual constituiría una defensa efectiva contra acciones montoneras y gandallezcas), se ha recurrido al procedimiento dado a conocer por Kurosawa en su ficción: hacer de los campesinos un ejercito bajo el liderazgo de unos cuantos guerreros que tampoco habrían sido la primera elección. En la película ganaron, pero casi por chiripada.

Hoy estaba en la biblioteca de la Normal y (dejá vu) puede escuchar los diálogos de: "¿A dónde te mandaron?", "Que a expresión", "A mí a adolescentes", "¿Y qué vamos a hacer?" "Que vamos a leer porque nos van a aplicar un examen", "¿Y si no pasas?", "¿Y a poco crees que todos van a pasar?"; y cosas por el estilo, así, entre el temor y el cinismo.

Y esa parece ser la nueva estrategia para profesionalizar a la planta docente de la modalidad híbrida: poner a los futuros formadores de docentes a estudiar para un examen. ¿Y los perfiles? Bien gracias; es obvio que ni siquiera los han consultado para tomar decisiones. Es más: ya me di cuenta de que en la jerga de la BM (que ya se ha institucionalizado) "perfil" se refiere a conocer el perfil de egreso (no cubrirlo; ni lo mande la Virgen) tener algún estudio comprobable y disposición para la militancia; a lo mucho ya haber impartido una asignatura, al margen de lo bien o mal que lo hayas hecho.

Y pensar que por menos cesaron al Tolo.

viernes, 8 de febrero de 2008

Rojo-mírame

Recuerdo firmemente la expresión, no así la situación ni el momento, de una amiga anunciándome que se encontraba a punto de enganchar su primer coche de agencia. ¿De qué color va a ser? -pregunté. Supongo que es la pregunta menos adecuada que puedes hacer a alguien que te dice que está a punto de engancharse en un crédito por el resto de sus días, pero fue la única que se me ocurrió; y la respuesta no pudo ser más memorable: "Rojo mírame". Y de alguna manera me pareció una respuesta lógica e iluminadora; finalmente, muchos de nuestros actos se encuentran regulados por el deseo de llamar la atención de los demás.

Me viene a la memoria, por ejemplo, la anécdota que se cuenta de Luis Miguel Dominguín, torero padre de Miguel Bosé, quien en una ocasión tuvo la oportunidad de pasar la noche con la entonces diva del cine holliwoodense Ava Gardner. Dice la historia que tan pronto como amaneció, Luis Miguel se levantó apresurado a vestirse, y Ava se despertó para preguntarle, entre somnolienta y desconcertada, que a dónde se dirigía con tanta prisa; "A contárselo a todos", fue la apresurada respuesta que dio el matador antes de abandonar la suite de la estrella para dirigirse a, efectivamente, contárselo todo a la prensa y a sus amigos. Supongo que, como buen caballero, no quiso dejar el acontecimiento a su propia memoria.

Me pregunto si eso de tener un blog no será, de alguna manera, como tener un carro color rojo-mírame. ¿Escribimos realmente para expresar y compartir ideas, sueños, expectativas y cosas por el estilo? ¿O se trata simplemente de un acto destinado a llamar la atención de los demás? Y, si ese es el caso, ¿quiénes son esos otros que constituyen el grupo de los "demás"?, y ¿cuáles son los parámetros para medir el éxito?

¿Cómo estar seguro de qué el rojo realmente provoca que me miren?

Hace poco me enteré del caso de una persona que tiene un blog y se declara dispuesta a cerrarlo porque considera que muy poca gente lo visita, pues prácticamente nadie he dejado comentarios en sus posts. Ante esa situación me surgieron las interrogantes que dieron origen a este texto. Personalmente, no creo que el conteo de comentarios sea la medida más precisa del nivel de éxito que tiene una página de este tipo. Supongo que lo sería si el propósito fuera comercial; sin embargo, las utilidades netas que reporta el ejercicio de escribir para publicar, haciéndolo de forma cotidiana, son mucho más significativas que los "cinco minutos de fama" que se puedan alcanzar por uno o dos posts impactantes u oportunos.

Puedo asegurarte que el principal indicador de éxito en el ejercicio de mantener un blog se encuentra en el incremento de las competencias escribanas de quien redacta, en la mejora gradual del dominio de los diferentes registros, y en el fortalecimiento metacognitivo en que se involucra quien revisa sus propios escritos pensando en las posibilidades receptivas a manos de diferentes lectores, sean éstos reales o no.

Escribir para publicar es una de las maneras más efectivas de fortalecer las competencias comunicativas y las demás habilidades intelectuales. No es por casualidad, ni tiene el espíritu de promover el exhibicionismo intelectual, que una de las actividades que mayor énfasis recibe en las propuestas educativas contemporáneas es la de publicar textos elaborados por los aprendices.

Obvio resulta decir que el maestro de lengua, así como se espera que sea un lector avezado como condición básica para ser capaz de promover el hábito y el gusto por la lectura de sus alumnos, debería ser un creador habitual y eficiente de textos antes de pretender enseñar a unos alumnos a redactar.

Porque no me negarás que resulta absurdo que personas que en su vida han escrito más allá de su nombre en las portadas de textos copiados, se erijan como censores de la calidad de los textos creados por los alumnos. Y esta situación juega para el maestro de cualquier asignatura, pues en prácticamente cualquier clase se solicita a los alumnos la creación de textos.

De tal forma que, efectivamente, es probable que quien crea un blog esté reemplazando (o tal vez complementando) la existencia de un coche color rojo-mírame; y es posible que una vez logrado el objetivo o, como en el caso que mencioné, nunca alcanzado, el mantenimiento del sitio pierda sentido.

Incluso es posible (y la posibilidad resulta plausible) que se llegue a la redacción en Internet como una forma de ejercer libre y abiertamente el sagrado derecho al pataleo que todos tenemos ante situaciones que consideramos injustas. Y en este caso también resulta posible que el objeto de nuestro afecto (¿o defecto?) ni siquiera se entere de nuestra catarsis, y si se entera que no se dé por aludido.

En todo caso, supongo que aunque el coche no sea rojo, es posible que la gente lo mire; y suponiendo que nadie lo mire, nunca dejará de ser un vehículo.

Qué es lo que al final importa.

lunes, 4 de febrero de 2008

Un año

No puedo presumir de que mi vida haya sido ordenada en algún momento, sin embargo, hace un año, aproximadamente, se volvió caótica. Porque resulta que hay cosas que esperas que ocurran, cosas para las que estás preparado, cosas que imaginas, cosas que temes, y cosas que no esperas; y a mí me ocurrió algo que temía, de alguna manera no me esperaba o que, si me lo imaginaba, imaginaba en otro lado, y qué, aún desde una perspectiva optimista de los hechos, habría preferido que nunca hubiese ocurrido.

Hace un año, aproximadamente, descubrí una inflamación atípica en mi cuerpo que, con todos los miedos que el exceso de información nos lleva a acumular, se convirtió en una inminente señal de alarma que me mantuvo angustiado e insomne en un, como éste, largo fin de semana largo.

Hace un año, días más días menos, que la médico a la que le tocó atenderme cuando fui a plantarme en la lista de espera de ISSSTELEON, en un día en que las peticiones de consulta parecían multiplicarse, me extendió, con esa urgencia en el rostro y en el acto que tanto desasosiego causa, las órdenes para una serie de estudios y consultas "lo más pronto posible".

Hace un año, apenas unas horas después, estaba ante la radióloga que después de ver los resultados de una ecosonografía pronunció la para mí, en ese momento, incomprensible palabra "infiltración", que no por desconocida resultaba menos perturbadora.

Hace poco menos de un año, y no más de siete días después del primer momento, Internet se convirtió en mi peor enemigo y frío agorero de un destino aterrador, pues me dí cuenta de que el diagnóstico inicial de la radióloga era que un cáncer se había apoderado de mi sistema linfático y se había extendido hacia mi testículo derecho, en donde yo lo había detectado. Que, en este caso, eso significaba "infiltración".

Hará pronto un año, en que los días transcurrieron de una forma desesperantemente lenta (en los hechos, que hoy breves en los recuerdos), entre visitas al urólogo y a los laboratorios, y a los radiólogos, y a las instancias oficiales. Avisos. Permisos. Espacios. Todo en un camino que me llevó de la diagnóstico al quirófano en 8 días; de tal forma que, para mí, el catorce de febrero tiene vinculaciones disminuídamente eróticas con el amor.

Tuvieron que pasar tres semanas para saber que el tumor extraído era el correspondiente a un "seminoma clasico", hecho totalmente atípico si consideramos que a mis 43 años adquirí un tipo de cáncer que se considera típico entre los 14 y los 30 años entre varones de raza blanca (Lance Amstrong tuvo ese tipo de cáncer). Tal vez esa sea la razón de que hoy, casi un año después, me es difícil respirar tranquilo ante el pronóstico del oncólogo que me asegura que tengo un 99 % de seguridad de estar sano, mientras que el urólogo me afirma que en este momento él tiene las mismas posibilidades que yo de desarrollar un tumor.

No es que me guste hablar del tema. Es que no quisiera que a nadie más le ocurriera. Lamentablemente esto no es como la diabetes o la hipertensión. No hay forma de anticipar o prevenir cuando una persona desarrollará cáncer. No hay métodos de prevención absolutos. Tampoco se trata de aprender a vivir con él: o lo combates en forma eficiente y definitiva, o te mueres.

Hoy en día no fumo, procuro consumir alimentos más sanos y practico actividad física de manera regular. He subido bastante de peso (como los marranos cuando los capan, dice Guillermo) y mi vida sexual es bastante buena (en realidad nunca ha sido espectacular; gracias por preguntar), aunque después de las radiaciones lo más probable es que soy algo así como la sacarina: endulzo pero no engordo.

He adquirido el hábito de explorar minuciosamente mi cuerpo. He puesto un gran espejo en el cuarto de baño ("Guácala", diría mi ex-alumna Aleida) y me reviso detalladamente cada vez que tengo oportunidad. Y ese es el motivo de esta crónica: aconsejarte que conozcas, explores y observes tu cuerpo con detenimiento. Considera cualquier variación como una señal de alerta: no te asustes, pero no lo dejes pasar por alto. Acude, si eres mujer, con regularidad a los estudios correspondientes; si eres hombre, resígnate: tu próstata puede jugarte una broma (y ya hay otros métodos de exploración que no ponen en riesgo tu castidad). Si puedes, aléjate del tabaco y de otros cancerígenos reconocidos.

No podemos evitar el cáncer, pero podemos luchar contra él si se detecta a tiempo.

No vayas a cometer la estupidez de morirte por pudor, por desidia, o por falta de información.

viernes, 1 de febrero de 2008

Se es reflexivo...

"Se concluyó los trabajos de la reunión con una serie de importantes acuerdos".

La expresión anterior es gramaticalmente incorrecta por falta de concordancia entre sujeto y predicado, lo cual es un error frecuente al escribir en el llamado modo impersonal; en realidad se trata de la aplicación de la voz pasivo-reflexiva, cuyo uso conlleva algunas interesantes implicaciones.

Al usar verbos transitivos en la creación de frases, se establece la relación de un sujeto que actúa, ejecutando una acción directamente sobre un objeto: María cocina pollo; donde María es el sujeto, cocina es la acción, y pollo es el objeto sobre el que se realiza la acción. Esa es la naturaleza de los verbos transitivos: pasar la acción de un sujeto a un objeto, que en este caso recibe el nombre de Objeto Directo o, con mayor propiedad, Complemento Directo.

Al convertir la misma oración a voz pasiva (El pollo es cocinado por María), el sujeto de la oración, ahora "El pollo", no realiza ninguna acción, la cual es ejecutada por la parte que ahora es llamada agente (María, en este caso). Esta situación, aparentemente intrascendente e inútil, tiene implicaciones prácticas al momento de redactar cuando se dan ciertas circunstancias. Véanse los siguientes casos:

María y Elena cocinan pollo. La persona gramatical del verbo coincide con un sujeto plural (ellas).
El pollo es cocinado por María y Elena. El verbo compuesto es singular de acuerdo con el nuevo sujeto.

María cocina un pollo y un bistec. Concordancia en 3a. persona singular.
Un pollo y un bistec son cocinados por María. 3a. persona plural.


El procedimiento, hasta ahora simple por la presencia de un sujeto evidente, se complica al momento de usar la voz pasiva reflexiva, pues su estructura se presta a múltiples interpretaciones de carácter gramatical. En el ejemplo inicial, si aplicamos el procedimiento habitual para la identificación del Complemento Directo, podríamos preguntar: "¿Qué se concluyó?", y la respuesta nos haría pensar que "los trabajos de la reunión" es el objeto que recibe directamente la acción... ¿realizada por quién?

Por irracional que pueda parecer, "los trabajos de la reunión" funciona como sujeto de la oración, por lo que la forma correcta de expresar la idea es: "Se concluyeron los trabajos de la reunión con una serie de importantes acuerdos".

Bajo ese parámetro, son incorrectas expresiones como: "Se aplicó exámenes", "Se diseñó instrumentos", "Se dictó instrucciones"; lo correcto es: "Se aplicaron exámenes", "Se diseñaron instrumentos", "Se dictaron instrucciones".

Se pretende haber sido claro.